6 razones por las que leemos Biografías


                 
1. Nos gustan las historias y si son verídicas, más. Elizabeth Gaskell cuando escribe la Vida de Charlotte Brontë tiene en mente las anécdotas como recurso importante para hacer al personaje real. El tiempo lleva al olvido pero aquellas anécdotas y situaciones que nos llaman la atención por la causa que sea, permanecen con nosotros para siempre y son las que nos hacen recordar a determinada persona.

2. Buscamos respuestas y detalles. Algunas pueden parecer triviales pero las posibilidades son tantas como lectores y escritores existen.
-          cómo era el personaje tanto en su apariencia física como en su forma de ser;
-          por qué eligió su actividad y cómo se hizo un espacio en ese mundo profesional;
-          cómo fue su evolución;
-          por qué hizo esto o aquello y entre qué opciones tuvo que elegir;
-          otros detalles: cómo era su firma, le gustaba el... ¿chocolate, café, te...?, cómo organizaba su día a día...

3. Lo que el personaje no contó. Aquellos momentos, etapas o situaciones de la vida que el personaje nunca hizo públicos. Un ejemplo de ello lo tenemos en el trabajo que la biógrafa Claire Tomalin escribió hace más de veinte años sobre Nelly Ternan y Charles Dickens y que cambió por completo los datos que teníamos sobre este autor. Por cierto, hace poco se ha hecho una adaptación cinematográfica de esta obra.

4. Vidas desconocidas. Tradicionalmente la biografía se centraba en los personajes famosos, especialmente en varones. En nuestros días, se están conociendo las vidas anónimas tanto de hombres como de mujeres. Cabe destacar en lo que se refiere a vidas femeninas que la contribución de los distintos feminismos y los cambios habidos tanto en la sociedad como en el género biográfico, han hecho posible la recuperación de las historias de vida de mujeres desconocidas para el público que tienen por derecho propio un lugar en los libros de historia.

5. Familiarizarse con la historia. Y ahora voy con las razones, quizá, más obvias. La biografía facilita aprender historia de otra manera, no por los fríos hechos que acontecieron en un momento temporal determinado, sino directamente a través de la vida de sus protagonistas. Muchos de los momentos históricos que estudiamos en los libros, los recordamos mejor a través de, por ejemplo, los cuadros que los representan (y que son otra forma de biografiar). Los ejemplos son muy abundantes a largo de los siglos.

6. Aprender literatura. Otra buena razón, ya que es una manera diferente de aproximarse a la literatura. Especialmente, a través de las biografías de escritores podemos entender su época y hacernos una idea de la manera en que llegaron a esa forma de escribir.

¿Cuáles son tus razones?

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