Amelia Ann Blanford Edwards: Victoriana y Egiptóloga
Amelia Ann Blandford Edwards fue una enamorada de Egipto además de periodista y novelista. Como a tantas otras personas, un viaje la cambió la vida. Pero empecemos por el principio...
Nació en Junio de 1831 en Londres. Su padre fue un oficial del ejército que posteriormente se convertiría en banquero. De su madre se sabe que era una mujer con una gran determinación y autoconfianza que educó a su hija en casa. Amelia pronto demostró un talento especial hacia las artes y, aunque sus padres querían que fuese cantante de ópera, ella decidió vivir de la escritura. Publicó novelas, libros para niños, poesía y libros de viaje que ella misma ilustraba. Con el tiempo colaboró en periódicos y revistas de la época como Saturday Review y Morning Post. Otra de sus actividades la realizó en las filas sufragistas reivindicando el voto para las mujeres.
Y llegamos al viaje... Cuando mueren sus padres decide salir de Inglaterra y viajar. Fruto de esos viajes publicaría varios libros como Un Viaje de Vacaciones por Bélgica del Norte en 1862. Con 42 años viaja al Cairo y escribe un libro, que la hizo mundialmente conocida: Mil Millas Nilo Arriba. En este libro relata sus experiencias navegando por el Nilo hasta el templo de Abu Simbel y las peripecias durante las seis semanas que pasó allí en las excavaciones arqueológicas de la zona.
En este viaje, Amelia se da cuenta de la amenaza que se cierne sobre los restos del Antiguo Egipto debido al mal estado de muchos de los monumentos, al tráfico a menudo ilegal que se estaba realizando con las antigüedades y a la creciente cantidad de turistas.
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Quizá una de las conferencias que suscitó más polémica fue la que pronunció sobre la posición social y política de las mujeres en el Antiguo Egipto. Entre otros asuntos, estableció una comparación entre los derechos que tenían las mujeres casadas de aquella época lejana con la que vivían las mujeres en Inglaterra en su propio tiempo.
A su muerte en 1892 legó su biblioteca y colección de antigüedades a la University College de Londres junto a 2.500 libras para la creación de una cátedra de Egiptología en dicha universidad. La razón de escoger esa institución en particular fue debido a que, en ese momento de la historia, era la única que permitía a las mujeres graduarse.