Christina Broom: Fotógrafa, Mujer y Emprendedora
La vida de Christina Broom es cuánto menos curiosa. Nos hace pensar sobre aquello que leemos tantas veces de que si alguien se deja llevar por su pasión, aquello que realmente le gusta y por algo de intuición, esa persona está destinada a triunfar.
Su historia cruzó mi camino por casualidad. Estaba leyendo noticias en Internet y me encontré con esta foto (click en el enlace). Al pie de la foto se comentaba que había sido tomada en la Estación de Waterloo en Londres en 1916. Mostraba a los soldados del Batallón Household cuando se despedían de sus familiares para ir al frente durante la Primera Guerra Mundial. La fotógrafa era Christina Broom, la primera mujer fotógrafa de prensa acreditada en el Reino Unido. Podéis verla en la foto de abajo en el stand de postales que montó cerca de Buckingham Palace en Londres.
Me gustó la foto porque no se veían posados como eran habituales en la época sino que la foto tenía vida. Era distinta.
Como muchos otros artistas comienza en la fotografía por necesidad cuando su marido sufre un accidente en 1903 y queda paralítico. Ella se hace con una cámara y empieza a fotografiar. Entre las primeras fotos que toma está la de un jockey que competía en las carreras de Epson y al que le pidió permiso para hacerle una foto con su caballo. El jockey ganó la carrera y la de foto de Christina Broom se publica en medios de prensa de la época. Ella se da cuenta de que la fotografía se podía convertir en un medio para ganarse la vida.
Comienza vendiendo postales de Londres y retratos en el stand de la foto de arriba. Hacía las fotos de día y las revelaba por la noche.
En 1904 fue nombrada fotógrafa oficial de la H.M. Household Brigade. En sus fotos retrataba esos últimos momentos en los que los soldados que marchaban al frente se despedían de la familia y amigos.
También capta las primeras fotos de las marchas y manifestaciones organizadas por las sufragistas británicas que transformadas en postales se venden por todo el país para ayudar a la causa femenina. Personalmente, son las fotos que más me gustan las podéis ver en los enlaces que he puesto al final.
Otras fotos suyas incluyen las célebres carreras de remo que se celebran anualmente entre los equipos de las Universidades de Oxford y Cambridge. Christina Broom las fotografió durante 30 años.
Por último, también encontramos entre sus fotos, las tomadas en el entierro de Eduardo VII y la coronación de Jorge V.
En los años 20 y 30 del siglo XX sus fotos se encontraban en publicaciones como The Sphere or The Illustrated London News.
Hoy en día encontramos su obra repartida entre varias instituciones (National Portrait Gallery, Museo de Londres, the Imperial War Museum, por ejemplo). Su hija Winifred la ayudó en el negocio e incluso siguió en ello después de la muerte de Christina Broom aunque finalmente lo cerró y se dedicó a la enfermería. Parece ser que en algún momento coincidió con la reina María quien le dijo que la obra de su madre estaría mejor en algún museo. Este comentario hizo que donara los negativos originales para que pudieran ser admirados por las generaciones que vinieran después.
Su vida está todavía por escribir, pero sin duda entre sus fotos están muchos de los momentos más emblemáticos de la historia británica de la época en que vivió.
Otro punto a destacar de su biografía es el coraje que demostró al ser emprendedora a principios del siglo XX siendo mujer y en un terreno, la fotografía, que era principalmente masculino.
Para saber más:
Su historia cruzó mi camino por casualidad. Estaba leyendo noticias en Internet y me encontré con esta foto (click en el enlace). Al pie de la foto se comentaba que había sido tomada en la Estación de Waterloo en Londres en 1916. Mostraba a los soldados del Batallón Household cuando se despedían de sus familiares para ir al frente durante la Primera Guerra Mundial. La fotógrafa era Christina Broom, la primera mujer fotógrafa de prensa acreditada en el Reino Unido. Podéis verla en la foto de abajo en el stand de postales que montó cerca de Buckingham Palace en Londres.
Me gustó la foto porque no se veían posados como eran habituales en la época sino que la foto tenía vida. Era distinta.
PHOTOGRAPHY DURING THE FIRST WORLD WAR© IWM (HU 51891)
This image was created and released by the Imperial War Museum on the IWM Non Commercial Licence.
This is photograph HU 51891 from the collections of the Imperial War Museums.
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Como muchos otros artistas comienza en la fotografía por necesidad cuando su marido sufre un accidente en 1903 y queda paralítico. Ella se hace con una cámara y empieza a fotografiar. Entre las primeras fotos que toma está la de un jockey que competía en las carreras de Epson y al que le pidió permiso para hacerle una foto con su caballo. El jockey ganó la carrera y la de foto de Christina Broom se publica en medios de prensa de la época. Ella se da cuenta de que la fotografía se podía convertir en un medio para ganarse la vida.
Comienza vendiendo postales de Londres y retratos en el stand de la foto de arriba. Hacía las fotos de día y las revelaba por la noche.
En 1904 fue nombrada fotógrafa oficial de la H.M. Household Brigade. En sus fotos retrataba esos últimos momentos en los que los soldados que marchaban al frente se despedían de la familia y amigos.
También capta las primeras fotos de las marchas y manifestaciones organizadas por las sufragistas británicas que transformadas en postales se venden por todo el país para ayudar a la causa femenina. Personalmente, son las fotos que más me gustan las podéis ver en los enlaces que he puesto al final.
Otras fotos suyas incluyen las célebres carreras de remo que se celebran anualmente entre los equipos de las Universidades de Oxford y Cambridge. Christina Broom las fotografió durante 30 años.
Por último, también encontramos entre sus fotos, las tomadas en el entierro de Eduardo VII y la coronación de Jorge V.
En los años 20 y 30 del siglo XX sus fotos se encontraban en publicaciones como The Sphere or The Illustrated London News.
Hoy en día encontramos su obra repartida entre varias instituciones (National Portrait Gallery, Museo de Londres, the Imperial War Museum, por ejemplo). Su hija Winifred la ayudó en el negocio e incluso siguió en ello después de la muerte de Christina Broom aunque finalmente lo cerró y se dedicó a la enfermería. Parece ser que en algún momento coincidió con la reina María quien le dijo que la obra de su madre estaría mejor en algún museo. Este comentario hizo que donara los negativos originales para que pudieran ser admirados por las generaciones que vinieran después.
Su vida está todavía por escribir, pero sin duda entre sus fotos están muchos de los momentos más emblemáticos de la historia británica de la época en que vivió.
Otro punto a destacar de su biografía es el coraje que demostró al ser emprendedora a principios del siglo XX siendo mujer y en un terreno, la fotografía, que era principalmente masculino.